2009/08/23

AlGo PaRa LeEr ...

EL DIARIO DE UN PERRO:


Semana 1:

Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!

Mes 01:

Mi mamá me cuida muy bien, me alimenta, meda calor y me mima. Es una mamá ejemplar.

Mes 02:

Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos llorosos me dijo adiós. Rogando porque mi nueva "familia humana" me cuidara tan bien como ella lo había hecho.

Mes 04:

He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola entonces yo los correteo y muerdo jugando.

Mes 05:

Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice "pipí" adentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba

Mes 06:

Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden la comida. Nunca me corrigen ni me educan. Ha de estar bien todo lo que hago.

Mes 12:

Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:

Qué mal me sentí hoy. "Mi hermanito" me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover la cadena me lastima mucho el cuello y el sol es insoportable. Dicen que soy malo e ingrato y van a tenerme en observación. No entiendo nada de lo que pasa.

Mes 15:

Ya nada es igual... vivo en la terraza. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere, mis hermanitos humanos ya no juegan conmigo. A veces se olvidan de mi, y hay días que no me dan de comer ni de beber, se les olvida que tengo hambre y sed. Mis amos pusieron unos ladrillos y una lamina para que me sirva de casita pero con el sol el calor es insoportable y no es suficiente resguardo para la lluvia.

Mes 16:

Hoy me bajaron de la terraza. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo se movía como nunca. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro "día de campo". No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen!" Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:

He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen "pobre perrito", se ha de haber perdido.

Mes 18:

El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis "hermanitos". Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él. ¡Por que lo hicieron si yo no le hice nada!.

Mes 19:

Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ahora estoy muy flaco y sucio; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando quiero echarme en una pequeña sombra.

Mes 20:

Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los carros, uno me atropelló. Yo creí que estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de darme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a un lado del camino.

Mes 21:

Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, y no he comido. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. La gente pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques" Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado", decía una dama que se me acerco. Ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que alguien se me acerco y me hablo con tanta ternura... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir." A la gentil dama se le salieron las lágrimas y suspirando dijo que estaba bien. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole que me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.

La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros

--- Ustedes se preguntaran, porque puse una historia tan triste en mi blog... bueno... porq los perros son un regalo que Dios dejo en este mundo y muchos no lo saben apreciar... He visto tanta gente q tira los perros a la calle sin pensar nada mas q porque es un simple animal no va a sentir, puse esto para que mediten acerca de esto, si tienen perros aprecienlos... Creanme hay tanta gente q desea un perrito y no pueden tenerlo por eso ustedes q tienen uno aprecienlo y kieranlo mucho....

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